Gil Sinay, nacio el 26 de julio de 1910 en Rosario, Argentina. Se traslado a Chile a los cuatro años. Fue presidente de la Juventud Israelita a finales de la década de 1930. Ayudó a los refugiados judíos de Europa a traves de organizaciones como la Sociedad Hebrea de Ayuda al Inmigrante a llegar a Chile. Fue Presidente del Comité Representativo y de la Federación Sionista de Chile, del Keren Hayesod, Jevra Kedisha, Comunidad Israelita De Santiago y Director de La Palabra Israelita
La organización HICEM nació en 1927 como una respuesta conjunta del mundo judío a la creciente necesidad de facilitar la emigración de judíos europeos. Su fundación fue el resultado de la fusión de tres importantes entidades dedicadas a la asistencia migratoria: la Hebrew Immigrant Aid Society de Nueva York, la Jewish Colonization Association, con sede en París y registrada como institución benéfica británica, y Emigdirect, con base en Berlín.
Durante la década de 1930, HICEM amplió su presencia internacional, estableciendo oficinas en numerosos países de Europa, así como en regiones clave de América Latina y Asia. Su labor consistía en orientar, preparar y acompañar a los refugiados judíos en el complejo proceso de emigrar: desde los trámites de salida hasta la recepción en los países de destino.
Con el avance del nazismo y el inicio de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, el trabajo de HICEM se volvió aún más crucial. La invasión alemana de Francia en 1940 obligó a la organización a cerrar su oficina principal en París y reubicarla en Lisboa, capital de Portugal, un país neutral que mantenía buenas relaciones con los Aliados y contaba con una comunidad judía reconocida oficialmente. En Lisboa, HICEM continuó funcionando como el brazo migratorio del consejo de la comunidad judía local, aprovechando la ciudad como uno de los últimos puertos seguros para escapar de Europa.
A partir de julio de 1940, Lisboa se transformó en un punto de salida vital para quienes buscaban refugio en América del Norte o del Sur. En esta etapa, HICEM recibió apoyo financiero parcial del American Jewish Joint Distribution Committee (JDC), lo que le permitió ampliar su alcance y continuar su misión humanitaria.
Gracias a su red de oficinas y a la colaboración internacional, HICEM logró asistir a unas 90.000 personas judías en su huida de la persecución nazi, brindándoles una oportunidad de rehacer sus vidas lejos del horror del Holocausto.